Internet ha simplificado el acceso a contenidos audiovisuales tanto por la vía legal como a través de la piratería , y no sólo cuando...
Internet ha simplificado el acceso a contenidos audiovisuales tanto por la vía legal como a través de la piratería, y no sólo cuando el producto está ya disponible a la venta, sino antes incluso de su fecha de lanzamiento. Ocurre con las películas y los discos de música, principalmente, que en función del interés por el mismo, es altamente probable que se filtre antes de tiempo. ¿Cómo ocurre esto, y por qué? ¿Quién o quiénes están interesados en filtrar este tipo de contenidos?
Hasta que una película o disco de música llega a las tiendas, tanto en formato físico como en versión digital, hay un largo proceso en el que se implican varias partes de una gran cadena. En el proceso de producción, el de distribución o el de marketing, por ejemplo, diferentes equipos con sus empleados participan de la cadena en la que el producto final está ya disponible y en varias copias. Evidentemente, todas estas personas –o casi- firman contratos y acuerdos que les impiden filtrar ningún tipo de información sobre el material que les ocupa, pero en ocasiones no se cumple.
Quién filtra las películas y discos antes de su lanzamiento, por qué y cómo
Cada una de las personas que trabaja de forma directa o indirecta en la creación y distribución del contenido audiovisual cobra por ello, como es evidente, pero en ocasiones es más lucrativo vender el contenido ‘a Internet’. A uploaders, o directamente a webs de contenido pirata –que cobran por publicidad display-, que pueden ‘colgar’ este contenido en un único sitio, pero que evidentemente son sólo una semilla para que, al poco tiempo, acabe en cualquier parte de Internet. Como torrent, por ejemplo, nadie gana dinero. Sin embargo, en webs de contenido pirata –streaming o descarga directa- sí hay lucro.
Lo habitual, según este mismo esquema, es que se pague a quien filtra la pieza una determinada cantidad de dinero, que de sobra se sabe que se va a compensar rápidamente con los anuncios display. A partir de entonces, como decíamos, empieza a estar disponible por otras vías que, económicamente, no benefician a quien ha filtrado el material, ni a quien lo ha ‘comprado’ y puesto a disposición de los usuarios de Internet. Y para todo esto hay plazos amplios, como se aprecia en la infografía anterior. Concretamente, en el caso de un disco se podría hacer hasta cuatro meses antes de su lanzamiento en formato físico y digital.
Fuente > ADSLZone
COMENTAR